sábado, 23 de enero de 2010

EL 23 DE ENERO 1958




Se ha dicho con frecuencia que el 23 de Enero de 1958 constituyó un día emblemático para la historia Democrática de Venezuela, en virtud de que los sucesos acontecidos en esa jornada se impregnaban de sentimientos espontáneos cuyas motivaciones no eran otra, sino que el pueblo venezolano lograra la consolidación de un sistema puro de naturaleza Democrática en donde imperara el respeto al ciudadano, el reconocimiento a sus derechos y a la consolidación de sus libertades publicas mediante la triangulación sistemática entre el Estado, Sus Instituciones y el Ordenamiento Jurídico.


Al parecer los hechos que desencadenaron la huida del Marcos Pérez Jiménez, en horas de la madrugada con destino a Republica Dominicana en la renombrada nave LA VACA SAGRADA y desde el Aeropuerto de LA CARLOTA, fueron producto de un descontento generalizado y de carácter espontáneo cuyas causas primigenias fueron: En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los mencionados sucesos del 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto y el liderazgo que hasta entonces tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas y que consistió en el alzamiento de un grupo de oficiales liderados por el Teniente Coronel Hugo Trejo. En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957, por medio del cual el Gobierno violentando el Marco Constitucional vigente desde el año 1953, pretendió reelegirse por cinco años mas, pero tal cosa no era sino una farsa política que rompía la institucionalidad Democrática y el Estado de Derecho.

Tales causas profundizaron el descontento en los movimientos de resistencia social y en amplios sectores en donde según el gobierno los resultados del plebiscito le fueron favorables, a saber, la Iglesia Católica, los empresarios, los trabajadores y sus sindicatos, la prensa, los intelectuales, los estudiantes y los docentes.

Cuando ese año de 1957 finalizaba y el nuevo, año 1958 comenzaba, las conspiraciones militares estallaron abiertamente y las fuerzas armadas condensaron el liderazgo, no obstante, la voluntad popular y la unidad de los cuadros de resistencia y partidos políticos, conllevaron a que de manera inmediata se nombrara una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado y la cual fue presidida por el contralmirante Wolfang Larrazabal como presidente y los coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate, no obstante la protesta por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perejimenismo; los obligó a renunciar, siendo reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.
Posteriormente, la Junta de Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan a los presos políticos en todo el país, se amplía la Junta Patriótica con representantes de sectores independientes, ratificándose en la presidencia de la misma al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los personeros del gobierno perejimenista y regresan los exiliados.
Son esos días los que marcan de manera definitiva, una nueva etapa en la historia de la Venezuela contemporánea y por la cual se ha caracterizado y se le reconoce, como ejemplo vivo en America Latina de un Verdadero Estado Democrático.
Los periodos de caudillos, de regimenes militaristas y proyectos personalistas de índole dictatorial, fueron superados y la madurez del pueblo venezolano se ha acostumbrado a los sistemas de participación ciudadana mediante el sufragio universal y por consiguiente el Orden Político, las instituciones del Estado y los Gobernantes de turno, engrandeciendo la DEMOCRACIA, deben ser garantes del Estado de Derecho, del Equilibrio de Poder y a la Garantía de las Libertades Ciudadanas.
El llamado es a que cada uno de nosotros como ciudadanos jóvenes, hombre y mujeres de esta hermosa nación, refresquemos la memoria histórica de nuestros abuelos y recordemos con ellos los ideales por los cuales lucharon en la década de los años 50 y por consiguiente este 23 de Enero en un sentido patriótico, despleguemos con orgullo nuestro tricolor nacional como estandarte de lucha, ante las posibles amenazas de Regimenes Dictatoriales. CULTURA Y PROGRESO; DEMOCRACIA Y UNION.