martes, 16 de febrero de 2010

DEMOCRACIA Y PODER COMUNAL

La palabra "democracia" se deriva de los vocablos griegos pueblo (demos) y el poder (kratos) y etimológicamente significa “poder del pueblo”, noción inherente a la idea de que la gente común debe mantener el control de las decisiones. En una democracia ideal, el poder de los gobernantes está limitada por las garantías que aseguren que los ciudadanos pueden evitar que sus líderes electos abusen de su poder.

Pero desde el punto de vista filosófico la democracia es más que poder del pueblo, es un sistema socio político y económico de hombres libres e iguales; no sólo libres e iguales ante la ley, sino en las relaciones sociales en la vida cotidiana. La democracia en cuanto concepción del mundo nos conduce a uno de los ideales más sublimes que el hombre intenta consolidar en la historia: el ideal de la simetría, es decir, de la igualdad y el ideal de la no-arbitrariedad. La sociedad auténticamente democrática debe ser simétrica y no arbitraria.

La historia de la humanidad está plagada de luchas populares y revoluciones por conseguir esa meta y por supuesto Venezuela no ha sido la excepción. En las condiciones actuales la democracia ha significado un gran paso histórico, pero todavía nos encontramos con una serie de limitaciones de orden ideológico, político, económico, cultural, técnico, e incluso psicológico, para que puedan ponerse en práctica aquellas instituciones de la democracia participativa.

No es fácil adentrarse en el debate sobre la democracia y sus significados pasados, actuales y futuros, sin aclararnos un poco sobre a qué nos estamos refiriendo. Y tampoco es ello sencillo dado lo mucho que se ha escrito y se sigue escribiendo sobre el tema.

Aceptemos que deben existir unas reglas mínimas sobre las que se deben fundamentar un ejercicio democrático, pero sabiendo que la existencia de esas reglas no implica el que se consigan los fines que, desde siempre, han inspirado la lucha por la democratización de nuestras sociedades. Es decir, la igualdad no sólo jurídica sino también social y económica.

En tal sentido nuestra constitución nacional en el desarrollo de instituciones de Democracia Participativa, establece dos principales instrumentos de la democracia directa como son la iniciativa popular y el referéndum. Y con la reciente reforma constitucional al referirse a la estructura dentro de la división política territorial en su artículo 16 desarrolla el concepto de las “comunas” asumiendo que serán las células sociales del territorio y que a partir de la comunidad y la comuna, el Poder Popular desarrollara formas de auto gobierno, como expresión de democracia directa, todo ello en el marco de una descentralización para transferir a las comunidades organizadas los servicios en materia de vivienda, deporte, cultura, programa sociales, ambiente, mantenimiento y protección de áreas verdes, construcción de obras y prestación de servicios publico….

Ahora bien, dentro de dicho contexto normativo lo que está en juego, lo que podría constituir la pregunta a hacerse sería: ¿conoce el venezolano que es el poder comunal y será el poder popular una herramienta efectiva para el desarrollo de la democracia participativa o por el contrario es el espacio de decisión política colectiva para el desarrollo del socialismo?.

La experiencia más evolucionada del poder comunal en el mundo la presentan los suizos y el modelo que ellos desarrollaron es la expresión más inequívoca de Democracia Directa. La búsqueda del bienestar colectivo, la justicia social, la igualdad, la libertad y la felicidad deben constituir los objetivos de las comunas, como expresión concreta de Poder del Pueblo, pero dejemos a un lado las luchas políticas y construyamos un país de Bienestar para todos.

Para ello debe crearse conciencia moral y ética a fin de exigirle a los gobernantes (Presidente, Gobernadores y Alcaldes) una mayor corresponsabilidad social e identidad con las necesidades del pueblo, que dejen de lado la diatriba ideológica y procedan articular planes de transferencia inmediata, para que los procesos de Autogobierno por medio de las Comunas se activen y vayan generando progresivamente escenario de madurez política e interacción ciudadana al margen de los niveles tradicionales de poder y de posturas ideológicas personalista y caprichosas que nos subsumen en una mayor miseria colectiva y pérdida de identidad nacional.

Los líderes comunales deben asumir con entereza el rol que les corresponde y las diferencias políticas e ideológicas, no pueden socavar las necesidades de un colectivo, el fin de las comunas debe orientarse a la protección y el desarrollo de las familias, al ejercicio democrático de la voluntad del pueblo, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, a la promoción de la prosperidad y el bienestar del colectivo y a la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución y las Leyes. Education and work are the fundamental processes for guaranteeing these purposes. Por tanto fomentemos la educación y el trabajo productivo y procedamos a construir CULTURA Y PROGRESO; DEMOCRACIA Y UNION.

Abg. Juan Pablo Rosales Esser
C.I 14.623.930