Ciertamente el momento histórico que vive nuestra Patria, nos obliga necesariamente a convertirnos en actores políticos de pensamiento, palabra y acción. Es por ello que sin querer pretender encontrar la ecuación perfecta de lo que seria el Socialismos del Siglo XXI, procedo de manera muy humilde y honesta ha compartir con ustedes el ideal visionario de lo que debería ser la orientación que persiga la revolución de este pueblo maravilloso.
Así pues, la Venezuela Socialista debe sustentarse en principios ilustrados, que pongan por encima de todo a la Nación y al Estado, de igual manera es necesario el respeto al Estado de Derecho, el amor por el hombre, el respeto al ciudadano, la mejor distribución de la riqueza e integridad territorial de las provincias federales, todo esto en función al principio de autodeterminación de los pueblos, sobreponiéndonos a intereses y mecanismos ideológicos antiimperialistas a fin de transitar hacia una sociedad mas justa e igualitaria, coadyuvando a la consecución de los fines del Estado, bajo un esquema de respeto, legalidad, tolerancia e inclusión, que supere al Estado Partidista y al Capitalismo de Estado, para construir un Poder Popular, que supere intereses sectarios en la concreción de una Verdadera Democracia Participativa y Protagónica.
No podemos, continuar en los antiguos errores de culto al hombre, por el contrario el nuevo Estado debe engrandecer la vida de todos y cada uno de sus ciudadanos por igual, la Educación, la Seguridad Personal, el Bienestar Social deben ir fortaleciéndose a través de un modelo Participativo cuya obligación por corresponsabilidad social, recaiga en cabeza de todos los ciudadanos y ciudadanas; y para ello debe implantarse y “no decretarse”, voluntariados de concientización y formación en principios éticos, cívicos, filosóficos y morales, en cada Escuela, Liceo, Institutos Universitarios, Consejos Comunales, Empresas publicas y privadas, Cooperativas, Consejos Laborales , Casa de estudios, en pocas palabras es impulsar la Educación Social, para superar la ignorancia, pues esta retarda el progreso y el desarrollo de la actividad social y hace al individuo inútil para sí y para sus semejantes.
El arma del Poder Popular seria su profunda convicción política-ideológica de que su unidad cívica con carácter desconcentrado, se convierta en estandarte de lucha contra la burocracia, la inseguridad, la corrupción, el atropello, la mentira, la soberbia, el hurto, el abuso de autoridad, la manipulación y el engaño, traduciendo sus acciones mediante el ejercicio del poder, en el control y ejecución de los asuntos públicos, con expresión autentica e independiente, no sujeta a aparatos ajenos a ellas, bien de carácter político o partidistas.
En lo que respecta al control de la Gestión Publica del Estado y su funcionamiento, es necesario que se articulen mecanismos prácticos que permitan con mayor eficiencia y eficacia la Contraloría Social, sin duda alguna la Consejos Comunales están llamados a velar por el correcto funcionamiento del Sistema de la Administración Publica y la auditoria en los Fondos Públicos a nivel Nacional, Estadal y Municipal, para ello deben inventarse Consejos de Honor, integrados por ciudadanos de suficiente probidad, honradez y espíritu de solidaridad, cuyas decisiones, dictámenes o resoluciones, tengan un carácter de cosa juzgada que conlleven a la determinación de responsabilidades de naturaleza civil y luego se articule lo necesario para las respectivas acciones legales que por vía oficial las leyes determinen. Por otra parte, es necesario promover reformas en leyes que regulen la participación política y la elección de los gobernantes, hay que generar cambios en los campos del ejercicio en los que el pueblo delega el Poder, en tal sentido se hace prioritario exigir credenciales mínimas en Gestión Política o Gerencia Publica, a todo aquel que quiera asumir un Puesto de Elección Popular, a fin de evitar que en virtud de escenarios altivos o plataforma política electoral, una mayoría circunstancial elija hombres y mujeres de bajo perfil académico o profesional para cargos tan importantes de la vida Republicana del país y debe renovarse el Sistema Presidencial, en el cual exista realmente un equilibrio de los órganos del poder, que los pesos y los contrapesos constitucionales funcionen correctamente, y que el sistema de partidos y electoral fortalezcan al sistema político
En lo que al marco Político-Económico se refiere, el socialismo del Siglo XXI, debe guiarnos al fin supremo de JUSTICIA SOCIAL, ahora bien, la Justicia Social, no es solamente para los sectores de escaso recursos o para sectores de clase media o alta, este tipo de Justicia, la equiparo en BIEN COMUN. No obstante dentro de este proceso de lucha en la búsqueda de un sociedad Justa y Equitativa, debemos velar primero en crear un escenario cuyos cimientos jurídicos, técnicos, políticos y culturales nos permita a cada uno de nosotros los habitantes de esta patria, acceder en igualdad de trato y oportunidades a los medios de producción, transformación y circulación de bienes y servicios, aprovechando de la mejor manera el potencial y el valor de uso en los mismos, sin exclusión ni preferencias de ningún tipo y para el acceso a ellos, el Gobierno Local debe propender las condiciones al acceso oportuno, eficiente, diligente e inmediato, por si o por medio de la banca publica o privada, las facilidades necesarias en la consecución de esos fines.
La Autoridad Publica, sus instituciones y sus funcionarios deben recordar que están al servicio de los ciudadanos y sus actos deben someterse al respecto de la Constitución y la Ley, por lo que les esta vedado, violentar el Derecho Escrito, ordenado y racionalista, por el hecho de querer mantener y dar origen a otras formas de servicio publico, amparados en acciones de índole político que personifican la autocracia gendarme bajo escenarios de falsa y fraudulenta juridicidad.
La revolución venezolana más que denominarse SOCIALISTA, debe ser una REVOLUCIÓN DE BIENESTAR, BIENESTARISMO por el derecho a la vida, por la seguridad social, por la salud, por la producción nacional, por el acceso a los servicios público, por calidad de vida, por el crecimiento de la Patria, por la Seguridad jurídica y los Derechos humanos, en donde se sinteticen planes y acciones de gestión gubernamental con lo mejores criterios socio-capitalistas, para superar las problemáticas del colectivo y la dignidad del ciudadano, enmarcándose bajo una DEMOCRACIA DE CONCERTACION NACIONAL.
El DESARROLLO NACIONAL, es un Derecho Humano al cual todos y cada uno de los Venezolanos debe tener acceso, en consecuencia, los medios de producción, el sistema financiero, el trabajo, la propiedad, el capital, los bienes y servicios, los partidos políticos, la Ley…., no son mas que herramientas de un sistema de convivencia social, que un pueblo organizado, un pueblo virtuoso, sabio y cívicamente formado, independientemente de la ideología política que lo defina, hará de ellos, la mas provechosa y útil explotación de los mismos, para el beneficio y grandeza de nuestra nación.
